En mi consultorio, la primera consulta suele ser prolongada. Es un momento importante para conocernos, para evaluar la situación de los pacientes, para establecer la estrategia terapéutica y para explicar cada paso de los que vamos a dar. Explicar, enseñar, ayudar a entender, son aspectos cruciales de nuestra práctica cotidiana. Los pacientes que consultan por un tratamiento de reproducción asistida necesitan y valoran la dedicación que les damos para que ellos sean también parte en la toma de decisiones.
Existe otro momento muy importante en el consultorio: la consulta después del tratamiento. Cuando las cosas van bien, es sencillo conversar sobre lo bueno que nos pasó. Pero cuando el resultado es negativo, sentarse a conversar es fundamental. Revaluar lo que se hizo bien y lo que se podría cambiar. Pensar en seguir igual, buscar cambios pequeños o alternativas diferentes. Explicar, nuevamente, es la palabra clave. Dar información, ayudar a comprender, construir un respaldo que sea útil para esa pareja que siente que las cosas no funcionaron.
Hace unos días, Holter y col publicaron un estudio en la revista Human Reproduction, donde evaluaron cómo se percibía la calidad de atención en un tratamiento de FIV, y si existían diferencias entre las percepciones de la mujer y las del varón. Es interesante ver que, en primer lugar, si bien el patrón de elección de aquellos aspectos que eran relevantes fue similar en hombres y mujeres, las mujeres calificaron en general a cada aspecto con un puntaje mayor, otorgándoles mayor trascendencia. Después del item «Cuidado médico», el item «información post-tratamiento» fue considerado de alta relevancia en la calidad de atención. La importancia de la información brindada no es novedoso; ya fue descripta en otros estudios publicados previamente por Souter y col en 1998, Schmidt y col en 2003 y Mourad y col en 2010. De hecho, van Empel y col en 2010 describieron que la principal debilidad en el cuidado médico estaba relacionado con la continuidad del cuidado y el soporte emocional.
En resumen, tenemos que seguir brindando información a nuestros pacientes, antes, durante y después de la consulta. Ayudarlos a transitar durante todo el trayecto es lo mejor que podemos hacer para cuidarlos como se merecen. Esta, no es una opinión personal, sino que está avalada por este estudio y otro más que fueron publicados previamente.