ES | EN



NOVEDADES

opciones-1200x673.jpg

Cuando hablamos de alternativas terapéuticas en tratamientos de reproducción asistida, es casi imposible enumerar todas las opciones que tenemos disponibles. Existe un sinnúmero de opciones que varían en su complejidad, en su costo y en su efectividad. No todas son útiles para todos y no todos eligen las mismas opciones aún transitando por circunstancias similares.

Los valores y preferencias de los pacientes

A veces me preguntan: “Si estuvieras en nuestro lugar, qué harías?” Esa es una muy buena estrategia para intentar saber qué es lo que elegiría el especialista en una situación similar, pero no alcanza para tomar una buena decisión. El motivo por el cual no alcanza es porque las decisiones no se toman solamente en base a la evidencia y a la experiencia del profesionales. Estas dos cuestiones son aspectos necesarios para que la decisión sea acertada, pero no suficientes. Tener en cuenta las necesidades, los tiempos y los recursos de los pacientes es una parte fundamental de nuestro trabajo. Muchos me dicen: “Vos olvídate del tema recursos, eso lo manejo yo…solo decime qué es lo mejor”. El problema es que olvidarse de los recursos económicos y emocionales es hacer de cuenta que estos no cuentan. O es hacer de cuenta que todos podemos manejar nuestros recursos (ahora me refiero principalmente a los emocionales) sin ningún problema. Y no darles bolilla es ayudar a creer al paciente que estos nos son importantes al momento de tomar decisiones. Si bien muchos entienden que los recursos económicos son muy importantes al contemplar los tratamientos de reproducción asistida, a la mayoría se le escapa ver que los recursos emocionales también lo son. Y así es como muchas veces se cae en la trampa de que, porque el tratamiento me lo cubre la obra social, entonces es gratis. ¡No, no es gratis! La obra social no va a cubrir tus recursos emocionales que, si quedan en rojo, serán una carga pesada a levantar.

Entonces, a la hora de decidir, pensemos en los valores y preferencias de los pacientes. O, mejor dicho, ayudémoslos a que puedan pensar en ellos y que formen parte de la decisión.

¡¡Cuántas alternativas tienen los tratamientos de reproducción asistida!!

¿Baja complejidad o alta complejidad, gametas propias o gametas donadas, con altas dosis o con bajas dosis, con transferencia en fresco o en diferido, transferencia en día 3 o en estadio de blastocisto, columnas de anexina, PGS, ERA, IMSI, time-lapse o alguna otra nueva tecnología (que muchas veces carece de la evidencia necesaria), transferencia de a un embrión por vez o de a dos juntos? Solo hice un listado de algunas de las decisiones que se deben tomar cada vez que nos enfrentamos a un nuevo tratamiento. Tomar decisiones cuando existen tantas opciones es verdaderamente difícil.

El otro día escuchaba por la radio a alguien que decía: “Si voy al restaurante, yo quiero que me den dos opciones; si me dan un menú con muchas comidas distintas, no sé qué elegir”. Tener muchas opciones debería ser bueno. El problema del restaurante es que muchas veces el mozo no tiene el tiempo necesario para asesorarnos, preguntarnos qué tipo de comida nos gusta, cuánto tiempo tenemos destinado a pasar en el restaurante, si ya alguna vez habíamos comido alguna de esas comidas, o si éramos alérgicos a algún ingrediente.

Nosotros, los médicos, tenemos que tomarnos ese tiempo. Es fundamental conocer la historia de los pacientes, saber si ya hicieron tratamientos de reproducción asistida anteriormente, cómo les fue en esos tratamientos y qué sintieron en relación a lo que ya hicieron. También tenemos que averiguar a qué se le da prioridad en eso de querer un hijo sano, pronto, de la manera más simple posible, más económica y con gametas propias. Porque cuando hablo con mis pacientes me doy cuenta que todos quieren eso, pero que cada uno pone énfasis en una parte distinta de esa frase. Están los que lo quieren principalmente pronto, los que no desean gastar mucho dinero como objetivo principal, los que no se animan a resignar el uso de gametas propias, los que ven como fundamental que sea simple, y los que hacen hincapié en usar todas la tecnología para aumentar las probabilidades de que sea sano. Escuchar y preguntar es parte fundamental de nuestro trabajo. Y es lo que nos permite ayudar a nuestros pacientes poniéndonos en los zapatos de ellos. Nosotros tenemos las herramientas técnicas para hacerlo. Pero necesitamos conocer qué es lo que ellos están buscando.

En mi consultorio

En lo personal, uno de los momentos que más disfruto en la consulta es cuando, antes de ponerme a hablar de lo que podemos hacer, escucho lo que los pacientes tienen para contarme. Y, en ocasiones, los estimulo a que piensen en sus valores y preferencias porque, aunque no lo hayan pensado explícitamente, todos tienen valores y preferencias, y todos se rigen en función de ellos. Entonces es clave que nosotros le demos importancia a lo que nuestros pacientes les dan importancia. Así, tendremos más probabilidades de llegar antes para los que desean llegar antes, con menos costos para los que quieren bajos costos, con gametas propias para quienes esto es importante, con simpleza para quienes no lo desean complejo y con menor riesgo de complicaciones para quienes buscan esto. Y al mismo tiempo, trabajaremos con ellos en qué sucede si no lo podemos lograr como ellos esperan. Y los ayudaremos a moldear sus valores y preferencias para que el nuevo camino que vamos a necesitar, les resulte tan bueno como ellos lo desean.

    Nombre*

    Email*

    Tu país*

    Estoy interesado en:

    Consulta



    Contacto

    Dr. Demián Glujovsky en CEGYR
    Viamonte 1432 - Buenos Aires Argentina
    info@fertilityargentina.com

    Newsletter

    Verified Member

    Fertility Argentina

    ES | EN