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NOVEDADES

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Muchas veces nos preguntamos cuál es la diferencia entre un centro de reproducción y otro. Esa es una pregunta muy amplia porque abarca muchos dominios.

Dos centros podrían ser distintos en la forma personalizada (o no) que atienden a sus pacientes, en el seguimiento y la comunicación fluida (o no) que establecen con ellos, en el tiempo que les dedican a cada consulta, en la calidad de las explicaciones que les brindan frente al cuadro clínico, en los fundamentos científicos que se dan frente a las alternativas terapéuticas que se ofrecen, en la confianza que ofrecen basándose en la mejor evidencia disponible (o, por el contrario, como se hacía antiguamente, basándose solo “en nuestra experiencia”).

Dos centros podrían ser distintos por la participación que le dan a sus pacientes en la toma de decisiones, democratizando la información médica disponible, o bien tomando las decisiones en forma unilateral. Podrían ser distintos en la forma en que el médico presenta las alternativas disponibles, siendo más o menos didáctico para explicar las probabilidades de éxito de cada una, y las ventajas y desventajas de un modo objetivo. Podrían diferenciarse al considerar o no los valores y preferencias de cada paciente, o solo tener en cuenta aspectos técnicos o valores que atañen únicamente al médico actuante.

Inclusive uno podría encontrar muchas de estas diferencias entre los médicos pertenecientes a una misma institución. A veces esas diferencias son más acentuadas y, en otros casos, los médicos están más alineados. Sin embargo, la formación médica, los recursos docentes, la experiencia personal, y las herramientas de transmisión de la información, sumado a la empatía y personalidad de cada médico, hacen que la experiencia que cada paciente tenga, pueda ser muy distinta entre los centros de fertilidad e, inclusive, entre los médicos de una misma institución.

Hay centros que producirían más frecuentemente embriones normales

En los párrafos de más arriba mencioné muchas variables que pueden hacer que dos centros sean diferentes. Más adelante, en otros artículos, seguramente me dedicaré a hablar de cada una de ellas (todo lo mencionado arriba termina jugando un rol esencial a la hora de conseguir el objetivo de tener un bebé en casa).

Pero en esta ocasión quiero hacer hincapié en una diferencia que surge de un estudio publicado recientemente, donde se observa que pueden existir, además de las previamente mencionadas, diferencias enormes en los resultados del laboratorios, que ponen en evidencia cuestiones técnicas relacionadas con el centro de fertilidad y/o el médico que atendía a esos pacientes.

En Abril/2017, Munne y col publicaron un estudio en la revista Human Reproduction donde evaluaron las biopsias de 13595 embriones de 1665 donantes a los que le hicieron PGS, provenientes de 42 centros de EE.UU. y de 126 médicos distintos. Este estudio tiene la ventaja de haber evaluado solamente donantes, por lo que se redujo la variabilidad que habitualmente tienen los pacientes en término de edad y factores relacionados con la infertilidad. Fue interesante observar que la proporción de embriones euploides (es decir, embriones normales cromosómicamente) fue muy diferente entre los diferentes centros de fertilidad, encontrando un 68,5% de embriones euploides por donante, pero en un rango que fue desde algo menos del 40% hasta un poco más del 80%. En otras palabras, desde el punto de visto cromosómico, hubo centros en los que solo 4 de cada 10 embriones fueron normales mientras que hubo centros donde la proporción de embriones normales cromosómicamente fue mayor a 8 de cada 10.

Este es un gráfico que muestra esos resultados:

El laboratorio de embriología y el médico

Discutamos los hallazgos de este estudio.

En ovodonación, se podría pensar que no debería haber grandes diferencias entre un centro y otro. ¿Por qué? Porque si la única diferencia en cuanto a los resultados fuera la variabilidad entre los pacientes (es decir, que en algunos centros se atienden casos más difíciles que en otros), entonces en ovodonación ese problema de análisis habría desaparecido.

Por otra parte, si bien siempre muchos reportes muestran grandes diferencias en los resultados entre los diferentes centros de fertilidad, muchas veces, los menos favorecidos por esos números quieren mostrar que las estadísticas mostradas por los que les va mejor, no son adecuadas o que se presentan números inexactos.

Sin embargo, las diferencias en los resultados entre los diferentes programas de ovodonación pueden ser muy grandes.

¿Qué es los que hace que un centro tenga mejores resultados?

¿Los médicos? Puede ser, participan de una parte grande en el proceso, encargándose de todo lo mencionado en el primer párrafo de esta nota, más la decisión de cómo realizar la estimulación ovárica, las decisiones del día a día a lo largo de la estimulación, y la utilización de estrategias complementarias (sin olvidarnos además de la transferencia embrionaria). Bien, todos estos aspectos podrían, potencialmente, impactar en la calidad ovocitaria y, por lo tanto, en la calidad embrionaria.

¿El laboratorio de embriología? También puede ser, tanto embriólogos como la infraestructura del lugar pueden ser fundamentales en las estadísticas finales. El laboratorio tiene un rol esencial en los pocos días donde las gametas se juntan y, luego, donde el embrión crece hasta ser transferido. Aquí se participa no solamente en la técnica de fertilización, sino también en cuanto a los medios de cultivo, las incubadoras que se utilizan, la temperatura y los gases que se emplean, la infraestructura que preserva al ambiente de cualquier contaminación, entre tantas otras variables. Cada uno de estas cuestiones podría, potencialmente, hacer que las gametas y los embriones tengan un desarrollo distinto y, de ese modo, haya mayor proporción de embriones normales.

Lo cierto es que sabemos que, objetivamente, buscamos tener embriones euploides (cromosómicamente normales). Y, aunque en otra época se pudiera especular con que la proporción de embriones normales cromosómicamente podría cambiar en función de todas estas variables, hoy sabemos que esto es efectivamente así. Tal vez desconocemos cuál es la o las variables que son más influyentes. Pero sí podemos sospechar que muchas de ellas deben impactar en los resultados.

En conclusión: elegir bien es importante

Hemos encontrado un dato objetivo que puede explicar por qué algunos programas de ovodonación (y, con la misma lógica, algunas clínicas de fertilización in vitro) tienen mayores tasas de embarazo y de recién nacidos vivos que otras: la proporción de embriones normales cromosómicamente es mayor en algunos centros que en otros. En conclusión, elegir el médico y el centro de fertilidad apropiado podría constituir una diferencia importante.


Contacto

Dr. Demián Glujovsky en CEGYR
Viamonte 1432 - Buenos Aires Argentina
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