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¿Cuál es el grosor ideal?

Necesitamos una preparación óptima del endometrio para maximizar las chances de implantación y optimizar los resultados obstétricos. Las tasas de embarazo en las transferencias de embriones frescos y congelados parecen ser más bajas cuando el grosor del endometrio es inferior a 6 mm. Sin embargo, no hay buena calidad de evidencia publicada que sugiera un límite para recomendar la cancelación de la transferencia embrionaria. Por el contrario, algunos artículos publicados muestran que en mujeres con endometrio delgado la tasa de éxito podría no ser claramente menor que aquellas con el grosor endometrial “ideal”.

Por otro lado, hay algunos autores que demostraron que, no solo las tasas de implantación y embarazo clínico pueden ser menores cuando el endometrio es fino, sino que también habría cierta evidencia de un mayor riesgo de algunas complicaciones obstétricas, como los abortos espontáneos, parto prematuro  y trastornos hipertensivos.

En algunos casos, la causa está asociada a algún daño endometrial previo que produjo cicatrices, como consecuencia de una infección endometrial o de cirugías que derivaron en adherencias uterinas. En esos casos, una histeroscopia podría ser útil para diagnosticar y eliminar esas adherencias. Sin embargo, en muchos otros casos, no hay evidencia de tal daño endometrial y no está claro qué hacer para mejorar las tasas de éxito.

La solución más sencilla que suele funcionar

La primera opción que más se intenta es prolongar la administración de estrógenos. La mayor parte de las veces, en solo 7-10 días más, el endometrio se vuelve más grueso y con el patrón adecuado. Otra opción simple es inducir un período y comenzar de nuevo con el mismo protocolo de preparación endometrial, o probar con otra vía de administración (como gel o parches transdérmicos, formulaciones vaginales, intramusculares u orales) o con una dosis más alta.

¿Deberíamos probar otras intervenciones?: Sildenafil, PRP o G-CSF

Algunos de las otras intervenciones propuestas tienen un nivel de evidencia de baja calidad que muestra que podría haber algún beneficio. Y algunos otros no muestran ninguna evidencia a favor. Por lo general, se prescriben cuando no se pudo lograr un grosor de endometrio de al menos 6-7 mm después de intentar con las opciones mencionadas anteriormente. Entre estas intervenciones adicionales podríamos mencionar el uso de sildenafil, el factor estimulante de colonias de granulocitos (G-CSF) y el plasma rico en plaquetas (PRP).

El sildenafil es probablemente la opción más simple entre ellas. No solo es barata, sino que también la administración oral o vaginal lo convierte en una opción fácil. La evidencia publicada proveniente de una revisión sistemática seria mostró que podría incrementar levemente el grosor endometrial. Pero también se asoció con algunos síntomas adversos, pero sobre todo se observó una falta de evidencia de buena calidad sobre su impacto en la tasa de nacidos vivos y embarazo clínico.

Con respecto al PRP, hay algunos estudios que muestran beneficios tanto en el engrosamiento del endometrio como en la mejora de las tasas de embarazo clínico y de nacidos vivos. Pero la calidad de la evidencia fue de baja a muy baja y, por lo tanto, no se puede descartar un alto riesgo de sesgo.

Finalmente, el G-CSF se ha evaluado en un número menor de estudios y, en la mayoría de ellos, no se evaluaron resultados de seguridad. Por lo tanto, debería considerarse en el contexto de un protocolo experimental.

¿Y si nada funciona?

Si no es posible conseguir un endometrio más grueso, aún existe la posibilidad (aunque menor) de conseguir un embarazo exitoso incluso realizando una transferencia embrionaria con un endometrio fino. Otra opción, por supuesto, es considerar una gestación subrogada.

En resumen

La mayoría de las veces, las pacientes obtienen un endometrio más grueso simplemente con más tiempo de preparación endometrial, aumentando la dosis o cambiando la vía de administración de los estrógenos. Además, solo inducir la menstruación y volver a preparar el endometrio es una buena solución para la mayoría de los casos. Para aquellas que todavía tienen un endometrio delgado, hay disponibles algunas intervenciones experimentales o con menor evidencia que la respalde. Finalmente, la transferencia embrionaria en un endometrio delgado o la subrogación también son opciones.


Contacto

Dr. Demián Glujovsky en CEGYR
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